Aumento de pecho Cirugía de aumento mamario
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Última actualización: 28 de Octubre de 2024.

Aumento de pecho ¿Qué es la mamoplastia de aumento?

El aumento de pecho o mamoplastia de aumento, es la cirugía destinada a la modificación de las mamas para incrementar su volumen y proporcionar una silueta armonizada con el resto del cuerpo. Es una intervención que en algunos casos puede ir asociada a una elevación de la mama (mastopexia) cuando se ha producido un descolgamiento importante tras la lactancia, pérdida de peso o, simplemente, por el paso de los años.

También puede estar indicada en la corrección de asimetrías y algunas anomalías en el desarrollo de la mama que afectan a su forma.

Es una operación que se realiza bajo anestesia general, con estancia en el hospital durante una sola noche, pudiendo regresar la paciente a su domicilio al día siguiente simplemente utilizando un sujetador de tipo deportivo que deberá llevar incluso para dormir durante el primer mes.

El aumento de pecho es la operación de cirugía plástica más frecuente en nuestra práctica diaria, lo que nos ha permitido perfeccionar la técnica para lograr los resultados más satisfactorios con un postoperatorio sencillo y confortable.

En nuestra experiencia, un minucioso estudio de planificación en las consultas previas es determinante en la correcta elección del tipo y tamaño adecuado de los implantes, así como la selección de la vía de acceso y plano de colocación más convenientes para cada caso.

Candidatas a una operación de aumento de pecho

El aumento de senos está indicado en todas aquellas pacientes que juzgan que el tamaño de su pecho es insuficiente ya sea por un desarrollo escaso o debido a una disminución del volumen mamario en pérdidas de peso.

En general no está indicado realizarlo hasta que el pecho de la mujer se haya desarrollado completamente tras la pubertad, si bien existen algunas anomalías en el desarrollo que pueden ser susceptibles de un tratamiento más temprano.

Candidatas operación aumento de pecho

Hipoplasia mamaria

La hipoplasia mamaria se manifiesta como el desarrollo insuficiente del tejido mamario. En estos casos, la mama puede estar bien dimensionada, pero tiene un volumen insuficiente. Puede venir provocada por diversos factores, como la genética, un estímulo hormonal insuficiente durante la pubertad, etc. La hipoplasia mamaria es uno de los casos más habituales que tratamos con la cirugía de aumento mamario, con resultados muy satisfactorios para nuestras pacientes.

Tras la lactancia o embarazo

La cirugía de aumento de pecho puede estar indicada en aquellas mujeres que tras la lactancia o embarazo han sufrido una involución importante en los senos, lo que se manifiesta, sobre todo, por pérdida de volumen en el polo superior, presentando las mamas un aspecto vacío y caído. En estos casos, en dependencia del grado de descenso del complejo areola-pezón (CAP), se plantea la asociación del aumento a un procedimiento llamado mastopexia para, al tiempo de incrementar el volumen, posicionar el CAP de forma natural.

 Corrección de asimetrías entre los senos

En estos casos, se emplean implantes de diferente tamaño en cada lado con objeto de equilibrar, en la medida de lo posible, las dimensiones de ambos pechos.

Corrección de mamas tuberosas

La mama tuberosa es una anomalía en el desarrollo de la mama en la que, además de existir un volumen insuficiente, existe una alteración de la forma del pecho cuya base está constreñida y presenta una forma abovedada o puntiaguda. En esta patología hay, con frecuencia, areolas de gran tamaño, un surco submamario alto y, pese a un tamaño pequeño, la mama puede tener un aspecto caído, si bien hay una gran variabilidad de unos casos a otros. Generalmente, para la corrección de esta anomalía, es necesaria la colocación de implantes mamarios además de otros procedimientos asociados en la misma intervención (reducción del diámetro areolar, redistribución del tejido mamario y liberación de la constricción de la base de la mama).

¿Qué hay que tener en cuenta para un aumento de pecho?

Una correcta valoración preoperatoria pasa por entender los deseos de la paciente y valorar una serie de parámetros anatómicos además de los aspectos relativos a la morfología y calidad de los tejidos mamarios. Todos estos factores son la clave en determinar el tamaño, tipo de prótesis y la técnica más adecuados para obtener una excelencia en el resultado.

Medidas del tórax y mamas

El perímetro torácico, la anchura de las mamas, la posición de los complejos areola-pezón, cantidad, calidad y distribución de tejido glandular, grosor de los tejidos subcutáneos y la distensibilidad de la piel son determinantes para elegir la anchura y dimensión vertical de los implantes adecuados a cada paciente.

Proyección del implante

Una vez que hemos determinado las medidas anteriores, tendremos que elegir la proyección o perfil del implante, es decir, cuánto mide el implante de detrás a delante. Esta medida es independiente de la anchura (lo que mide el implante de lado a lado) y la altura (lo que mide un implante de arriba abajo). En el tipo de implantes que colocamos, cada medida de anchura y altura dispone de 4 proyecciones distintas: Baja, Moderada, Alta y Extra-Alta.

En la consulta hacemos una simulación preoperatoria con la paciente, usando distintos moldes que se colocan sobre su pecho, al objeto de que nos oriente sobre sus preferencias.
Proyección
Baja
L
Moderada
M
Alta
H
Extra Alta
X
Proyección de implante de pecho baja L Proyección de implante de pecho moderada M Proyección de implante de pecho alta H Proyección de implante de pecho extra alta X

Volumen

El volumen del implante es el resultado de las 3 medidas que hemos determinado previamente: anchura, altura y proyección. Nunca elegimos el implante basándonos en el volumen, sino como resultado de las medidas que hemos citado. Es la forma de no cometer errores.

Forma

Hay dos formas básicas, anatómica y redonda. La primera proporciona un resultado más natural y es la que utilizamos en la gran mayoría de los casos. El implante anatómico permite seleccionar individualmente los parámetros de anchura y dimensión vertical del implante para adecuarlo a la morfología y estatura de la paciente. Para casos especiales hay implantes de tipo anatómico con el punto de máxima proyección más bajo que hacen de soporte de la mama con tendencia a la caída.

Es corriente que las pacientes que acuden a nuestra consulta, sobre todo las más jóvenes, se refieran a los implantes anatómicos como implantes en forma de gota, en la creencia de que este tipo de prótesis hacen un pecho con aspecto caído. Pero esto no es así. La forma natural de una mama debe tener en el polo superior una pendiente gradual, y en la mitad inferior una forma más redondeada. Los implantes anatómicos simulan precisamente esta silueta. El objetivo que nos planteamos siempre es lograr un resultado natural que no sea percibido como artificial en su entorno social.

Los implantes redondos se utilizan cuando se quiere dar una forma más esférica de la mitad superior de la mama y, en otras ocasiones, para aumentos moderados en el curso de intervenciones de elevación mamaria. Otra posible indicación de los implantes redondos es para el caso de sustitución de implantes mamarios antiguos en los que al estar ya formada la cápsula periprótesica, la colocación de un implante de tipo anatómico, conllevaría un mayor riesgo de rotación indeseada. Para estos casos, vemos una buena indicación la utilización de implantes con contenido de gel ergonómico, que imitan el comportamiento natural del tejido mamario.

Contenido

Las prótesis que utilizamos contienen gel de silicona de alta cohesividad. Así, en el improbable caso de rotura del implante, el contenido del mismo no se dispersa. Este hecho tiene una implicación importante: Ya no consideramos necesario proceder al recambio sistemático de los implantes cada 10-12 años, sino que establecemos un sencillo control anual con una exploración ecográfica y, mientras los implantes mantengan su integridad y los tejidos circundantes se encuentren bien, no es necesario el recambio.

Existen también implantes que en su interior contienen gel con 2 distintas cohesividades, una más blanda. para la cara posterior, y otra un poco más consistente en la porción anterior e inferior. Este tipo de implantes se utilizan para algunas indicaciones especiales.

Todos los implantes que nosotros utilizamos tienen garantía del fabricante de por vida respecto a su integridad.

Una innovación reciente son los implantes mamarios B-Lite de bajo peso, que utilizan un gel de silicona tecnológicamente más avanzado que contiene microesferas huecas de cristal de borosilicato. El resultado es que a igualdad de volumen ofrecen un menor peso. Según datos del fabricante, este tipo de prótesis reduce hasta un 30% el peso del implante. Para los implantes en las medidas más habituales la reducción es de un 25%.

Cubierta del implante

Es la lámina sólida que envuelve el contenido de gel cohesivo y constituye la superficie que entra en contacto directo con los tejidos. La cubierta de los implantes que utilizamos puede ser de silicona microtexturizada, nanotexturizada o de micropoliuretano. Cada una de las cuales tiene sus indicaciones y valoraremos la que esté indicada para cada caso concreto.

Existen implantes macrotexturizados, pero nosotros no somos partidarios de su uso, porque aumentan la probabilidad de irritaciones por roce con los tejidos colindantes.

Marca de los implantes

Utilizamos preferentemente los implantes Polytech® y, para algunos casos, Motiva® por considerar que en el momento actual son los que ofrecen la tecnología más avanzada y el mayor catálogo de modelos del mercado. Además, en el caso de la alemana Polytech®, son los únicos fabricantes que comercializan en Europa implantes con cubierta de micropoliuretano Microthane®.

Colocación del implante

Las vías de abordaje que utilizamos son el borde inferior de la areola o el surco submamario, según los casos. Independientemente de la vía de acceso, el plano de colocación depende también de las características de cada paciente pudiendo ser submuscular, subfascial o planos duales. Cada paciente tiene su indicación según explicamos más adelante.

La técnica ¿Cómo se realiza un aumento de senos?

La operación de aumento mamario se realiza bajo anestesia general, y debe llevarse a cabo siempre en un quirófano hospitalario con las condiciones adecuadas de asepsia que garanticen una intervención con el mínimo posible de riesgos.

El dominio de la técnica empleada en la cirugía nos va a garantizar la obtención de excelentes resultados y un postoperatorio menos doloroso y, en consecuencia, más confortable para el paciente.

Además, hemos implementado un protocolo de anestesia local entre los músculos pectorales que se realiza cuando la paciente ya está anestesiada. Con ello conseguimos reducir el dolor y las molestias musculares durante el postoperatorio inmediato. Esta técnica se denomina bloqueo interpectoral con levobupivacaína, y debe ser realizado siempre por un anestesista con experiencia en su manejo y administración.

Tipos de incisiones

Para la colocación de los implantes mamarios, es necesario realizar una incisión a través de la cual se introducirá el implante hasta su ubicación adecuada.

Nuestra experiencia y el gran número de intervenciones realizadas, nos han demostrado que las dos vías de acceso que mejores resultados proporcionan son la vía periareolar y la submamaria.

Las indicaciones de cada una son diferentes y es necesario realizar una valoración individual para determinar la que mejor resultado nos va a aportar.

Incisión periareolar

incisión periareolar aumento de pechoSe sitúa en el borde inferior de la areola. Está indicada para aquellas pacientes que no tienen un surco submamario muy definido lo que haría visible una cicatriz en esta zona. La técnica especial de sutura que realizamos hace que la cicatriz resultante sea casi imperceptible al ser una línea finísima que recorre la mitad inferior del perímetro areolar quedando en consecuencia disimulada por el cambio de color de la piel areolar respecto de su entorno.

 

En nuestra práctica, la hemos realizado muy frecuentemente y en los más de 30 años que tenemos de experiencia clínica hemos comprobado que no impide una futura lactancia materna ni supone problema para las revisiones posteriores mamográficas o ecográficas. Igualmente, no tenemos constancia de que influya significativamente en trastornos de la sensibilidad tras la intervención.

Incisión submamaria

Incisión submamaria aumento de pechoEs aquella que escogemos en las pacientes que tienen un surco submamario bien definido y, aunque la cicatriz resultante es discretamente visible, va a quedar oculta por la caída natural del pecho.

Nosotros no utilizamos la vía axilar ya que no la consideramos adecuada al ser un acceso dificultoso que además deja una cicatriz en un lugar visible con ropa de verano.

Plano de colocación del implante en el aumento de senos

Independientemente del tipo de incisión realizada, la colocación del implante se puede realizar tanto en el plano subfascial como en el submuscular, por debajo del músculo pectoral. Hay casos en los que puede estar indicado un plano mixto, plano dual.

Colocación submuscular

Colocación submuscular de una prótesis mamariaEn estos casos, el implante se coloca por debajo del músculo pectoral, tal y como muestra la imagen. Es la más frecuentemente indicada en pacientes que tienen tejidos muy delgados.

Colocación subfascial

infografía colocación subfascial prótesis mamariaLa fascia pectoral es una fina capa que recubre el músculo pectoral. En la colocación por la vía subfascial, el implante se coloca entre el músculo y la fascia.  Puede estar indicada en pacientes que presenten un mayor grosor de los tejidos. No está indicada en pacientes de tejidos muy delgados ya que el contorno del implante se haría demasiado perceptible. No utilizamos la colocación directamente subglandular y en su lugar preferimos la subfascial ya que tiene la ventaja de mantener la unión natural del tejido mamario con la fascia subyacente y un menor número de complicaciones.

Cada caso es diferente y es el cirujano quien debe valorar y aconsejar el tipo de colocación que resultará más adecuada para la paciente.

Elección del tipo adecuado de prótesis mamarias

Según la forma de la prótesis mamaria

Hay dos tipos básicos en la forma de los implantes, redondo y anatómico. A su vez cada uno de ellos tiene distintas variaciones. Por nuestra experiencia, los mejores resultados se obtienen con los implantes anatómicos, los también llamados en forma de gota, aunque en casos muy seleccionados pueden ser más adecuados los de tipo redondo. Los implantes anatómicos son diseños más modernos que no se han podido fabricar hasta no disponer de los modernos geles de alta cohesividad.

Tipo de prótesis operación aumento de pecho

Una idea errónea muy común es pensar que una prótesis de tipo anatómico puede dar un aspecto de mama caída y esto no es cierto en absoluto, sino que la forma del pecho resulta mucho más natural.

Según el material de la prótesis mamaria

El implante se compone de cubierta (la capa sólida que sirve de envoltorio) y relleno.

Nosotros empleamos siempre implantes de la más alta calidad, rellenos de silicona de alta cohesividad y con cubiertas de silicona microtexturada, nanotexturada o micropoliuretano, porque garantizan su durabilidad y unos resultados excelentes.

Preoperatoriamente en la consulta, valoraremos individualmente a la paciente para aconsejarle el tipo de implante que es el más adecuado en su caso.

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En la consulta aclararemos todas las dudas que puedas tener

¿Cuánto duran las prótesis mamarias?

En el momento actual no nos planteamos cambiar los implantes de forma sistemática cada diez o doce años como ocurría con las prótesis de generaciones anteriores, ya que con las modernas cubiertas multicapa y el relleno con gel de alta cohesividad que proveen los implantes que nosotros empleamos, el riesgo de rotura es bajísimo. Además, dado que el gel, aunque blando es prácticamente sólido la eventualidad de difusión del mismo es nula.

Hay que insistir en que es muy importante el establecer una vigilancia sobre el implante, de tal manera que conviene realizar revisiones anuales a partir de los dos años. Si en las revisiones se verifica que el implante está íntegro y que no existen daños en el tejido que lo rodea, no será necesario proceder al recambio.

No sabemos exactamente cuánto dura un implante mamario. Previsiblemente varias décadas, ya que las casas fabricantes siguen rigurosos controles de calidad, pudiendo ofrecer con ello una garantía vitalicia de la prótesis.

Ahora bien, no tenemos experiencia de cincuenta o sesenta años como para poder afirmar con rotundidad que unos implantes durarán toda la vida, aunque podría ser así ya que, en nuestra práctica, solo excepcionalmente hemos tenido casos de rotura con los implantes actuales.

Antes de la cirugía de aumento de mamas (preoperatorio)

Valoración en consulta y pruebas preoperatorias

Cuando acuda a la consulta, el cirujano valorará su caso y le aconsejará cuál es la vía de acceso más adecuada, plano de colocación, tamaño y tipo de prótesis que puedan resultar las más idóneas para la paciente atendiendo a sus expectativas de resultado.

Consulta intervención aumento de pecho

Aconsejamos que el tamaño de la prótesis resulte en un aspecto natural, con una silueta proporcionada y armoniosa. Si bien, manteniendo el respeto a estas premisas, existe un gran margen de elección en dependencia de las preferencias de cada paciente.

Antes de realizar la intervención, se realiza una historia clínica detallada para conocer el estado de salud, una consulta preoperatoria por el equipo de anestesia, analítica de sangre y, en función de los casos, otras pruebas radiológicas y cardiológicas. Es muy importante tener constancia de posibles alergias medicamentosas y conocimiento de la medicación habitual que utilice la paciente ya que puede haber interferencias entre algunos fármacos y los procedimientos quirúrgicos. Por ejemplo, la medicación anticoagulante aumenta el riesgo de sangrado operatorio y postoperatorio, por lo que, si la paciente estuviera tomándola, el cirujano le pautará la forma de proceder.

En el caso de pacientes mayores de 40 años o con antecedentes familiares de cáncer de mama, debe realizarse también un estudio mamográfico previo como parte de las pruebas preoperatorias.

Aunque así descrito parece un proceso largo, hemos organizado nuestros estudios preoperatorios para que el paciente los haga con facilidad, rapidez y con los mínimos desplazamientos. La consulta preanestésica se efectúa días previos a la intervención. El resto de pruebas se pueden efectuar en el Hospital MAZ en menos de una hora. Los resultados de todas las pruebas nos son remitidos directamente en el plazo de 24 horas por lo que la paciente no tiene que preocuparse por hacérnoslos llegar.

Diseño preoperatorio en la intervención de aumento de pecho

En función de los parámetros anatómicos y el tipo y dimensiones del implante a colocar, se hace el marcado preoperatorio sobre la piel de la paciente estando ésta de pie. Este marcado tiene por objeto delimitar las dimensiones del bolsillo que el cirujano tiene que tallar para albergar los implantes. Un diseño adecuado proporcionará unas mamas proporcionadas con una separación adecuada entre ellas que permita lucir un escote bonito y con plenitud en el polo superior del pecho.

En los aumentos simples el marcado definitivo solemos hacerlo el día de la cirugía, antes de entrar en quirófano, aunque previamente en consulta ya hayamos tomado las decisiones sobre la técnica y tipo de implantes.

Después de la cirugía de aumento de pecho (postoperatorio)

Vuelta a casa y pautas postoperatorias

Al día siguiente de la intervención, se retiran vendajes y drenajes y la paciente vuelve a casa llevando un sujetador deportivo que deberá utilizar también para dormir durante el primer mes.

Cirugía aumento de senos

Desde el día del alta hospitalaria la paciente puede ducharse con normalidad ya que en el lugar de la incisión se coloca una lámina adhesiva de tipo plástico que permite la ducha sin que se moje la incisión realizada para colocar los implantes.

Las molestias que puedan surgir los días siguientes a la intervención, se tratan eficazmente con la pauta analgésica que prescribimos a la paciente. Igualmente se prescribe una pauta antibiótica la primera semana para evitar el riesgo de infección.

La vuelta a la normalidad

En el postoperatorio, durante las 3 primeras semanas indicamos a la paciente que no duerma boca abajo o en posturas forzadas, aunque puede acostarse con suavidad sobre los lados. No es necesario que permanezca sentada durante la noche.

En los casos de colocación submuscular de los implantes indicamos no cargar pesos de forma mantenida (por ejemplo, maletas o bolsas pesadas) en las primeras semanas, pero la paciente puede perfectamente realizar con moderación todo tipo de movimientos con los brazos siempre que no sean muy repetitivos.

A partir del quinto o sexto día, se puede volver a conducir un automóvil, siempre evitando que el cinturón de seguridad ejerza una presión excesiva sobre el pecho.

En general, y con una evolución postoperatoria normal, la paciente puede incorporarse a trabajos de tipo oficina en siete u ocho días. Para realizar esfuerzos físicos de carácter moderado, deberá esperarse unos doce o quince días.

La práctica de deporte moderado que no implique un sobreesfuerzo o carga grande en el tren superior, puede empezar a realizarse transcurrido el plazo de un mes y medio tras la intervención.

Revisiones periódicas

El control postoperatorio consta de una serie de revisiones periódicas que es muy importante realizar para constatar una evolución adecuada:

  • Se realiza una primera revisión en consulta transcurridos cinco días de la operación.
  • La siguiente revisión suele hacerse alrededor de los dieciocho o veinte días.
  • En el curso del primer año hacemos revisiones a los tres, seis y doce meses.

A partir del primer año, se realiza una revisión anual con controles ecográficos para verificar el buen estado de los implantes y de los tejidos que los circundan.

Cuando se realizan las revisiones ecográficas, es importante no sólo hacer un estudio de la integridad de la prótesis, sino también realizar una exploración completa de la cápsula periprotésica y de los tejidos colindantes al implante para garantizar su buena salud.

Una ecografía de alta resolución realizada por una persona experta en el seguimiento ecográfico de implantes mamarios, tiene un valor diagnóstico mucho mayor que una resonancia magnética, ya que permite detectar alteraciones o desperfectos en la superficie del implante que pueden pasar desapercibidos en la resonancia. Por eso nosotros siempre aconsejamos escoger un buen especialista en la realización de estos estudios ecográficos en pechos con prótesis mamarias.

Riesgos de la cirugía de aumento de pecho

Las complicaciones postoperatorias de esta cirugía son muy bajas. En este apartado haremos mención de las más significativas, si bien su incidencia es baja.

Riesgos cirugía aumento de pecho

Hematomas periprotésicos

Durante la intervención, el cirujano coagula todos los vasos que sangran. Este procedimiento se denomina hemostasia. No obstante, el obtener una ausencia de sangrado absoluta en el bolsillo que aloja el implante es imposible ya que siempre quedan pequeños capilares que rezuman lentamente. Por ello siempre colocamos drenajes que permiten evacuar en las primeras horas la sangre que pudiera acumularse.

Además, antes de la introducción del implante, se instila en el interior del bolsillo un fármaco procoagulante que minimiza el riesgo de hematoma. En el caso de fallo de un drenaje, se podría acumular un hematoma alrededor del implante y ello requeriría una revisión en quirófano para evacuación del mismo, retrasando en dos o tres horas el alta hospitalaria, pero sin otra consecuencia. La aparición en los primeros días de pequeños moretones en la parte inferior del pecho o en los laterales se denomina equimosis y no implica necesariamente la existencia de hematomas.

Desplazamiento de los implantes

Los bolsillos que durante la cirugía talla el cirujano para albergar los implantes, se hacen a medida de los mismos. No obstante, hasta que el implante se estabiliza por la formación de la cápsula periprotésica, cabe la posibilidad de que el implante pueda desplazarse unos milímetros. Esta es la razón por la que indicamos a las pacientes que en las tres primeras semanas eviten dormir boca abajo o en posturas que produzcan desplazamiento del implante. También pedimos que eviten durante las primeras semanas cargar peso de forma mantenida para que la contracción del músculo pectoral no desplace el implante subyacente.

Rotación de los implantes

La eventualidad de que pueda rotarse o girarse un implante de forma anatómica, actualmente es poco frecuente y podría deberse a la formación de una doble cápsula alrededor de la prótesis o a una anomalía en la cicatrización interna conocida como cápsula laxa.

Trastornos de la sensibilidad

Son debidos a la distensión operatoria de los tejidos y generalmente son transitorios, aunque pueden durar varios meses. No es rara la sensación de tener al principio un aparente exceso de sensibilidad que en realidad corresponde a la regeneración de las fibras sensitivas (hiperestesia transitoria). Es muy rara la pérdida de sensibilidad permanente independientemente de que se use una u otra vía para el acceso.

Infección

Se trataría de una complicación importante ya que podría obligar a retirar durante unos meses el o los implantes afectados. Precisamente por esto se extrema la protección antibiótica tanto durante la intervención quirúrgica como en el postoperatorio inmediato. En nuestra práctica solo hemos visto 2 casos en más de 30 años de experiencia.

Seroma

Es la formación de líquido seroso alrededor del implante. Puede ocurrir como consecuencia de una actividad física intensa y poco habitual en la que se produzca un gran roce entre la superficie del implante y la cápsula periprotésica. En ocasiones puede ser facilitado por un proceso febril que sufra la paciente (gripe o catarro).

Generalmente responde bien a un tratamiento antiinflamatorio y moderar durante unos días la actividad física. Si fuera persistente habría que plantearse una punción ecodirigida para su extracción y análisis.

Linfoma anaplásico de células grandes (LACG)

Es un raro tipo de linfoma que afecta a la cápsula periprotésica. Afortunadamente es un linfoma que en más del 90% de los casos es de baja malignidad y con muy buena respuesta al tratamiento sin precisar quimioterapia añadida.

Para que se tenga una perspectiva de este remoto riesgo hay que decir que para una persona el riesgo de fallecer por gripe o complicaciones derivadas de la misma cada año (1/25.000), es 20 veces superior al riesgo que tiene una paciente portadora de implantes mamarios de contraer un LACG (1/500.000) a lo largo de su vida.

Aunque ignoramos muchas cosas sobre el LACG existe la sospecha fundada de que su aparición pueda guardar relación en gran medida por la interacción de los tejidos con la superficie de los implantes de texturas gruesas (macrotexturados) especialmente los fabricados con un determinado proceso de macrotexturización de la superficie de la cubierta.

Por este y otros motivos, nosotros utilizamos implantes microtexturizados o nanotexturizados. No obstante, en el curso del seguimiento anual que hacemos a nuestras pacientes, la exploración y las pruebas ecográficas permiten descartar esta patología.

En más de 30 años realizando esta cirugía, no hemos detectado hasta el momento ningún caso de LACG.

Rotura de la prótesis

En las revisiones periódicas se puede verificar el estado de la prótesis mediante la exploración y ecografía. Si se detectase una rotura, será necesario intervenir para sustituirla por una nueva.

Incidencia de rotura en prótesis más antiguas

Los implantes más antiguos que utilizaban geles de baja cohesividad tienen el riesgo, incluso con una rotura o perforación mínima, de que el gel salga del implante quedando contenido por la cápsula periprotésica (rotura intracapsular).

Si esta situación se mantiene, puede acabar rebasando la cápsula periprotésica (dispersión extracapsular), infiltrando los tejidos mamarios adyacentes y migrar por vía linfática depositándose en los ganglios linfáticos de vecindad. Pueden formarse bultomas palpables y eventualmente dolorosos (siliconomas).

No se conoce que esta situación pueda derivar en un proceso cancerígeno.

La baja incidencia de rotura en las prótesis modernas

Los modernos implantes de gel de alta cohesividad son prácticamente sólidos, aunque blandos al tacto y, en el raro caso de una rotura en la cubierta del implante, no hay dispersión del gel. Si se rompen hay que sustituirlos, pero es muchísimo más difícil que se formen siliconomas.

La probabilidad de rotura de las prótesis que utilizamos en la actualidad es mínima, por lo que se trata de un riesgo muy bajo. El fabricante de los implantes otorga garantía vitalicia de sustitución de los implantes en el caso de rotura espontánea.

La contractura capsular

Contractura capsular aumento de pecho

¿Qué es la contractura capsular?

Alrededor de un implante mamario el organismo, en pocos días, comienza a formar una membrana de colágeno cicatricial que lo envuelve, fija y aísla del entorno. A esta membrana se le denomina cápsula periprotésica y debe de formarse en todos los casos.

Es bueno que exista ya que va a delimitar un espacio en el que el implante está alojado y, una vez que tiene consistencia suficiente, evita el riesgo de desplazamiento.

Existe un proceso patológico denominado contractura capsular en el que la cápsula periprotésica se engruesa y retrae alrededor del implante. Este proceso puede tener diversos grados de intensidad (Grados de Baker).

  • Baker I: Es la inmensa mayoría de los casos. La cápsula permanece fina y la mama al tacto mantiene la naturalidad.
  • Baker II: Se manifiesta como un discreto a moderado aumento en la consistencia del pecho operado, pero manteniendo su forma natural.
  • Baker III: La contractura capsular deforma y endurece gravemente el pecho.
  • Baker IV: Hay distorsión muy importante de la forma, endurecimiento extremo y dolor.

La eventualidad de padecer una contractura capsular varía mucho según las estadísticas. En promedio, se puede establecer en un 4% de incidencia de contractura capsular severa (Baker III y IV) en los 10 primeros años postcirugía. No obstante, en la revisión efectuada en nuestra casuística personal esta cifra apenas es superior al 1% (otros cirujanos plásticos informan de porcentajes similares).

¿Cuáles son las causas de la contractura capsular?

La contractura capsular puede presentarse a lo largo de toda la vida del implante, si bien es más frecuente su aparición en el curso del primer año. Con los modernos implantes de gel de alta cohesividad, que no tienen exudación del contenido de gel de silicona a través de la cubierta, es más improbable la formación de contracturas capsulares tardías.

No conocemos con exactitud todas las causas que propician la aparición de esta patología y existen controversias sobre algunas de ellas. Una de las más admitidas es la contaminación bacteriana con formación de un biofilm, aunque probablemente no sea la única causa.

En nuestra opinión es básica la prevención antibiótica desde el mismo momento de comenzar la intervención, con administración intravenosa de los antibióticos adecuados, además de instilar en el bolsillo protésico otros antibióticos complementarios antes de la colocación del implante.

El tratamiento antibiótico oral se prolonga durante una semana tras el alta hospitalaria a las 24h.

El manejo aséptico del implante es también muy importante. En nuestro caso, sólo el cirujano entra en contacto con el implante, siempre con guantes limpios y tras haber vuelto a esterilizar la superficie cutánea de la mama. En la colocación se minimiza el contacto del implante con el tejido mamario (técnica “no-touch”).

Evitamos la formación de hematomas alrededor del implante mediante la colocación de drenajes con salida axilar, que se retiran al día siguiente de la intervención.

Otros aspectos, como si es menos probable la aparición de contractura capsular cuando el implante se aloja en plano submuscular o, si el abordaje periareolar pueda ser peor en este sentido, son objeto de controversia y en nuestra opinión no hay una diferencia clara siempre que se adopten las medidas de protección antes citadas.

Tratamiento de la contractura capsular

El tratamiento de la contractura capsular detectada en fases tempranas puede hacerse con medidas fisioterapéuticas (ultrasonidos y drenajes linfáticos). Para nuestros pacientes de Zaragoza, recomendamos acudir a Fisioterapia López Crespo, un centro especializado en fisioterapia post quirúrgica, con excelentes resultados en el tratamiento de la contractura capsular en fases tempranas.

El tratamiento quirúrgico solo está indicado en los casos severos (Baker III y IV). Consiste en la remoción total del implante y la cápsula que lo rodea (capsulectomía total), pudiendo colocar nuevos implantes en el mismo plano o cambiando el plano según el caso.

Nosotros nos planteamos en estos casos el uso de implantes cuyo comportamiento biológico de interacción con los tejidos sea distinto a los de cubierta de silicona. Es el caso de los de cubierta de micropoliuretano. En estos últimos la cápsula periprotésica en lugar de formarse alrededor del implante, lo hace en el interior de la capa de micropoliuretano de 1,5 mm. La estructura espacial de la esponja de micropoliuretano obliga a que las fibras de colágeno que la invaden y forman la cápsula estén orientadas tridimensionalmente en distintas disposiciones espaciales y por ello que la retracción lineal sea más difícil. No obstante, también podrían presentarse contracturas capsulares con estos implantes, aunque su incidencia es más baja.

Hablar de “implantes encapsulados” para referirse a los que presentan un problema de contractura capsular no es correcto, aunque sea habitual. Todos los implantes deben formar una cápsula alrededor, por tanto, todos están encapsulados. Lo correcto sería hablar de implantes contracturados o con contractura capsular.

Preguntas frecuentes sobre Aumento de Pecho

Sobre el Doctor Luis López Burbano

El doctor López Burbano tiene una experiencia de más de 30 años en cirugía de aumento de pecho, y en todo tipo de cirugía mamaria. Gracias al conocimiento y manejo de la técnica, el doctor es uno de los especialistas en cirugía mamaria más prestigiosos de Zaragoza y uno de los más reconocidos cirujanos plásticos de España.

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El doctor López Burbano realiza todas sus intervenciones en el hospital MAZ de Zaragoza, bajo anestesia general y en quirófano, garantizando con ello las condiciones óptimas de asepsia necesarias.

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Sí, siempre. El doctor opera personalmente ambas mamas, de forma secuencial y realizando íntegramente todas las suturas.

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Sobre la planificación de la cirugía y las prótesis mamarias

La cirugía de aumento mamario puede realizarse en cualquier época del año, dado que en el postoperatorio aconsejamos simplemente el uso de un sujetador de tipo deportivo que no interfiere con la vestimenta normal. Por lo demás, el proceso de cicatrización no se ve afectado por factores climáticos. A partir de las tres semanas de realizada la intervención, se permite el baño, tanto en piscina como en el mar, con la cautela de que debe evitarse el sol directamente en la cicatrizen los siguientes cuatro meses para evitar una pigmentación excesiva de la misma.

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La intervención de aumento de pecho se realiza bajo anestesia general. Además, nosotros hemos implementado un protocolo de anestesia local entre los músculos pectorales que se realiza una vez dormida la paciente, para que las molestias musculares se vean minimizadas durante el período postoperatorio inmediato. De esta manera, logramos que el postoperatorio sea mucho más confortable mitigando el dolor muscular. Este tipo de técnica se denomina bloqueo interpectoral con bupicaveína, y debe ser realizado siempre por un anestesista con experiencia en el manejo de esta técnica.

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No existe una prótesis mejor que otra en términos absolutos. La mejor prótesis es aquella que se adapta a la anatomía del paciente y sus gustos y deseos. Por eso nosotros no recomendamos de inicio ningún tipo de prótesis, sino que después de analizar cada caso en consulta, y de conocer los deseos de la paciente, valoramos la mejor opción para obtener el resultado esperado. No obstante, en nuestra experiencia los resultados más naturales se obtienen con los implantes de tipo anatómico, que son los que mejor simulan el aspecto natural del pecho. En todos los casos, los implantes deben contener siliconas de tipo cohesivo, para que, en el improbable caso de una rotura, no haya dispersión del gel.

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Un implante de mama es un dispositivo que puede tener fallos como la rotura. En un implante hay que distinguir dos partes: cubierta y contenido. La cubierta es la superficie externa y contiene el relleno del implante. Un implante se rompe cuando hay una pérdida de continuidad en la cubierta. Actualmente la tasa de roturas espontáneas de los implantes es muy baja, de tal manera que prácticamente todos los fabricantes ofrecen garantía vitalicia respecto a la rotura de los implantes. El contenido de los implantes que utilizamos es silicona de tipo cohesivo, prácticamente sólida aunque de tacto blando, de forma que en el improbable caso de rotura el contenido del implante no se dispersa.

La realidad es que no sabemos cuantos años puede durar un implante. Por ello aconsejamos a todas nuestras pacientes realizar un control anual a partir de 2 años junto con la realización de una ecografía. La ecografía de alta definición no solo nos permite comprobar la integridad de los implantes sino que nos informa sobre el estado de los tejidos alrededor de los implantes y este aspecto es muy importante.

En nuestra opinión, mientras comprobemos en el control ecográfico que los implantes muestren integridad y los tejidos alrededor del implante sean normales, no es necesario proceder al recambio. Pero hay que insistir en que siempre hay que hacer los controles con periodicidad anual para asegurarse.

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Muchas pacientes experimentan inquietud para la realización posterior de mamografías dado que en este tipo de prueba se somete el pecho a una presión externa considerable. Los implantes que utilizamos admiten, sin riesgo de rotura, presiones superiores a los 500 kgs, que están muy lejos de la presión ejercida durante la realización de una mamografía. Por tanto, queda muy claro que no existe riesgo de rotura de un implante por la realización de este tipo de pruebas y pueden seguir realizándose los controles mamográficos y ecográficos con normalidad. El radiólogo debería conocer previamente que la paciente es portadora de implantes, para adoptar las medidas técnicas que permitan una visualización adecuada de los tejidos mamarios. Es difícil que haya problema en estas exploraciones, que, en caso de dudas en las imágenes, pueden complementarse con una resonancia magnética.

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No. Como comentábamos antes, las prótesis mamarias están diseñadas para soportar hasta 500 kilos de peso sin sufrir roturas, lo que supone una fuerza muy superior a la que se aplica en las mamografías.

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Sobre el resultado de la cirugía y el postoperatorio

La cicatriz resultante de una intervención de aumento de pecho va a depender del tipo de incisión que practiquemos. Nosotros realizamos todas nuestras intervenciones de aumento mamario mediante incisión periareolar o submamaria. La cicatriz resultante en estos casos sería:

  • Incisión periareolar: cicatriz alrededor de la mitad inferior de la areola. Resulta imperceptible a la vista, ya que se disimula con el cambio de coloración entre areola y piel normal. La cicatriz resulta escasamente perceptible especialmente en los casos de areolas de tono claro.
  • Incisión submamaria: cicatriz en el surco submamario. La cicatriz resultante queda disimulada en el pliegue submamario, y no es perceptible con bikini o sujetador. En aquellas pacientes que no tienen un surco submamario bien definido, en general, preferimos el acceso periareolar al resultar la cicatriz final menos visible.

En cualquiera de los casos, nosotros recomendamos a nuestras pacientes que después de la intervención utilicen unos apósitos o tiritas de silicona durante unos meses para inducir una menor formación de colágeno cicatricial.

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Después de la intervención, puede experimentarse un dolor moderado que se trata con analgésicos sencillos. No obstante, después de más de 30 años realizando este tipo de cirugías, hemos depurado la técnica para ofrecer a la paciente un postoperatorio lo más confortable posible. En este sentido, la técnica del bloqueo interpectoral con levobupivacaína (administración de un anestésico específico directamente sobre el músculo pectoral) ha demostrado ser muy eficaz en la reducción del dolor inmediato tras la intervención.

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En una paciente con una coagulabilidad normal de la sangre (que se determina en la analítica preoperatoria) los drenajes pueden retirarse con normalidad al día siguiente de la intervención. En ningún caso enviamos pacientes a su domicilio con drenajes.

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En muchas ocasiones, solo empleamos suturas bajo la piel de carácter reabsorbible. En algunos casos, pueden darse un par de puntos percutáneos de ajuste que se retiran en la primera cura a los cuatro o cinco días para evitar que dejen marcas visibles.

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No somos partidarios de realizar masajes de movilización del implante en el postoperatorio temprano ya que pueden interferir con la adecuada formación de una cápsula adaptada a la superficie microtexturada del implante. Igualmente, en el caso de los implantes con cubierta de micropoliuretano están contraindicados.

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Los días posteriores a la intervención, autorizamos a las pacientes a dormir boca arriba o suavemente sobre los lados. Únicamente deben evitar las posturas que fuercen el pecho, sobre todo no dormir boca abajo. A partir de las tres semanas de la intervención, prácticamente ya no existen limitaciones en este sentido, dado que la capsula periprótesica que se forma tiene ya una resistencia suficiente para evitar un desplazamiento indeseado del implante.

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Sobre la vuelta a la normalidad después de la cirugía

Desde el momento del alta hospitalaria, las pacientes llevan apósitos plásticos impermeables sobre la herida quirúrgica, lo que permite una ducha normal. Suelo decir a mis pacientes que "una cosa es mojarse y otra ponerse a remojo". La ducha debe tener una duración y temperatura razonables.

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No. En nuestra experiencia, todas las pacientes que se han sometido a un aumento de mamas y tenían tejido glandular suficiente, han podido amamantar posteriormente con total normalidad a sus bebés.

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En condiciones normales, puede emprenderse la conducción de un vehículo a partir del sexto día. Según cuentan nuestras pacientes, los únicos movimientos que pueden resultar molestos en los momentos iniciales, son el cierre de la puerta del vehículo, la colocación de la marcha atrás, y tirar del freno de mano, pero no perjudican más allá de la molestia experimentada.

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No existe una limitación en cuanto al hecho de levantar los brazos más allá de las molestias que puedan experimentarse por la distensión muscular. Sí que indicamos el evitar una actividad física continuada con los brazos levantados para no promover una contractura del músculo pectoral en aquellos casos en los que la colocación del implante se haga en el plano submuscular. Desde el primer día se pueden levantar los brazos para vestirse con una ropa cerrada, o realizar actividades cotidianas como levantar una persiana, la ducha normal, cocinar, etc. Sin embargo, debe evitarse la carga mantenida en las primeras tres semanas, como levantar objetos pesados, por ejemplo, bolsas de la compra, maletas, etc. A partir de esa fecha, deben de reanudarse las actividades normales de forma gradual.

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Es un aspecto muy variable y realmente depende del grado de molestias que experimente la paciente. Una actividad sexual normal, con delicadeza, suele poderse realizar a partir de la segunda semana. En cualquier caso, apelamos al sentido común de las pacientes.

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Sobre otras cuestiones

Después de la intervención de aumento de pecho, independientemente de que la incisión se haga en el borde inferior de la areola o en el surco submamario, suele haber una disminución transitoria de la sensibilidad. Es consecuencia de la distensión de los tejidos durante el proceso quirúrgico. Lo habitual es ir recuperando la sensibilidad de forma paulatina en las siguientes semanas. En este proceso suele haber sensaciones de hormigueo, picor, y aparente hipersensibilidad que, en realidad, corresponden al proceso de regeneración de las fibras sensitivas.

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El rippling es la formación de ondulaciones visibles en la piel de la mama, generalmente en la parte lateral y con menos frecuencia en el escote. Suele hacerse más visible cuando la paciente está inclinada hacia delante. En función de su intensidad puede originar un problema estético importante.

Se presenta especialmente en pacientes con muy poco grosor de los tejidos. Ello se debe a que los implantes no tienen un llenado al 100% ya que serían muy poco elásticos al tacto y la cubierta del implante, especialmente en caso de implantes redondos, forma ondulaciones. Normalmente estas ondulaciones no son visibles, pero en pacientes muy delgadas o con poco grosor de los tejidos pueden hacerse perceptibles.

La solución a este problema en pacientes extremadamente delgadas no siempre es fácil. Una correcta selección de la dimensión del implante y el uso de prótesis anatómicas rellenas de gel de alta cohesividad hace menos probable su aparición. Lógicamente la colocación submuscular es la que presenta menor incidencia de este problema y es imperativa en pacientes delgadas, pero el músculo pectoral no cubre la totalidad del implante y en la parte lateral de la mama el implante yace directamente bajo la piel y el tejido celular subcutáneo, por esta razón el rippling se hace más visible en esta zona.

En  el caso de aparición de arrugas visibles en el escote, que son las más perturbadoras, se puede intentar paliar el problema mediante la colocación de injertos de tejido graso de la propia paciente (lipofilling). Una alternativa que no suele gustar a las pacientes es indicarles que ganen algo de peso ya que al aumentar el espesor del tejido celular subcutáneo las ondulaciones de la superficie del implante no se van a ver reflejadas en la superficie cutánea.

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La incidencia de contractura capsular depende de múltiples factores y puede ocurrir a lo largo de toda la vida del implante mamario. En la actualidad, los implantes que se utilizan son de gel de alta cohesividad, lo que limita la exudación del gel de silicona fuera del implante, reduciendo la posibilidad de contracturas capsulares tardías. No obstante, no existe una causa concreta que aumente la posibilidad de que se presente una contractura capsular. En nuestra experiencia, la textura del implante es un factor a considerar. Nosotros solemos utilizar implantes nanotexturizados y microtexturizados, que han demostrado tener una tasa muy baja de contractura capsular. Igualmente, el manejo aséptico del implante en la intervención es también un elemento clave. El uso de drenajes durante las primeras 24 horas para evitar colecciones de sangre en el entorno del implante parecen jugar un papel positivo en la prevención de este trastorno. La prevención antibiótica constituye, de igual modo, un aspecto primordial. Para lograr una óptima cobertura antibiótica, es conveniente combinar la administración intravenosa con la instilación directamente en el bolsillo protésico donde irá colocado el implante mamario y llevar una pauta antibiótica durante los primeros días tras la intervención.

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