
El aumento de pecho es una de las cirugías estéticas más demandadas hoy en día, pero junto con la ilusión del cambio estético, vienen preguntas prácticas: ¿me pondrán drenajes? ¿son necesarios? ¿me dolerán? ¿cuánto tiempo hay que llevarlos? Vamos a abordar con argumentos científicos esta controversia. Si buscas cirujano para un aumento de pecho en Zaragoza, solicita cita previa con el Dr. López Burbano.
Es cierto que en los últimos años se ha popularizado el mito de que la cirugía de aumento de pecho sin drenajes es mejor y más cómoda para el paciente. Desde nuestra experiencia de más de 30 años, esto no es así. Los drenajes son una herramienta útil y necesaria en la mayoría de intervenciones de aumento de pecho.
Hay quien piensa que los drenajes son innecesarios o una molestia que puede evitarse. Pero para nosotros son ese “cinturón de seguridad” quirúrgico que, si no se emplea, se echa en falta cuando ya es tarde.
En el post de hoy vamos a abordar este debate, argumentando por qué para nosotros los drenajes son un elemento necesario en este tipo de cirugías.
¿Qué son los drenajes y por qué se utilizan en una cirugía de aumento de pecho?
Los drenajes quirúrgicos son pequeños tubos que permiten evacuar colecciones líquidas del interior del cuerpo a un recipiente externo sellado y estéril. En el caso del aumento de pecho, esos fluidos se pueden acumular en el espacio creado entre el tejido mamario y la prótesis, sobre todo en las primeras horas tras la cirugía.
¿Por qué son muy aconsejables los drenajes en el aumento de pecho?
A continuación, te damos la explicación de los argumentos en que se basa nuestra opinión.
¿Cómo es la intervención de aumento de pecho?
En la intervención para colocación de implantes, el cirujano tiene que crear un espacio (bolsillo) para alojar los implantes. Para ello hay que incindir los tejidos y conforme se va creando el bolsillo, se van coagulando detalladamente todos los vasos que sangran. Por minuciosa que sea la hemostasia (coagulación de vasos sangrantes), los pequeños capilares rezuman unas pocas gotas de sangre y no se pueden coagular completamente. Por ello en las primeras horas tras la intervención hay una pequeña cantidad de sangrado.
Además en el bolsillo que hemos creado para la colocación del implante, antes de su introducción, instilamos una solución antibiótica doble y un fármaco para limitar el sangrado, en total unos 15 cc de líquido que, una vez que impregna los tejidos será evacuado por el drenaje.
Estos líquidos que quedan en la cavidad en el entorno del implante pueden reabsorberse en los siguientes días de forma natural, pero si se los evacúa en las primeras horas evitamos un trabajo y riesgo adicional al organismo.
El postoperatorio inmediato
Además, en nuestra experiencia, la recuperación de las pacientes es más rápida y menos molesta cuando no queda esta sangre y fluidos residuales. Por eso colocamos drenajes, que salen por la axila para no dejar ninguna marca visible, para que hagan su labor en las primeras horas tras la intervención. Hay que tener en cuenta que una paciente con una coagulabilidad normal de la sangre (cosa que se comprueba en el análisis preoperatorio), a las pocas horas deja de sangrar. Esta es la razón por la que los drenajes son muy beneficiosos en las primeras horas, pero no son necesarios durante más tiempo.
Los drenajes: un elemento de seguridad quirúrgica
Hay que considerar que el drenaje es una medida de seguridad que nos permite evacuar los fluidos que se generan en el postoperatorio inmediato y tener un control sobre la eficacia de la coagulación.
A mis pacientes les equiparo a la situación con un viaje en avión. Para el despegue y el aterrizaje hay que abrocharse el cinturón de seguridad. Probablemente si no se hiciera no pasaría nada, pero al hacerlo es más seguro el viaje. En este sentido los drenajes son igualmente una medida de seguridad de la que no conviene prescindir.
Está comprobado que una paciente sin hematomas residuales tiene un riesgo más bajo de infección y que el dolor postoperatorio si no hay sangre que infiltre la musculatura es mucho menor. En nuestra experiencia las pacientes que han llevado drenajes la primera noche tienen una recuperación postoperatoria mucho más rápida.
Para nosotros, el drenaje no es un accesorio opcional, sino un recurso de seguridad que, además, promueve una recuperación más rápida tras la cirugía.
¿Cuánto tiempo se dejan los drenajes?
Nosotros mantenemos los drenajes únicamente en las 12h siguientes a la intervención, mientras la paciente permanece hospitalizada y cuando damos el alta hospitalaria, se los retiramos. Nadie se va a casa con drenajes aspirativos. La retirada es rápida y casi indolora, supone solo una ligera molestia momentánea. En el lugar de la axila por donde emerge se coloca una simple tirita durante los tres primeros días, lo que no impide que las pacientes se duchen. Simplemente tras la ducha se sustituye la tirita mojada por una seca y el día que la tirita está limpia (generalmente al cuarto día) ya no es necesaria y se puede aplicar desodorante en la axila sin ningún miedo.
Argumentos en contra del uso de drenajes en la mamoplastia de aumento
Hay profesionales que prefieren no usar drenajes de forma sistemática. Alegan que, si la técnica quirúrgica es muy depurada y el sangrado es mínimo, son innecesarios. Y sí, eso puede ser cierto en algunos casos.
Pero el riesgo está en lo inesperado. Un pequeño vaso que sangra más de lo previsto, o la fricción interna con el músculo de una prótesis microtexturada son eventualidades que aumentan el riesgo de acúmulo de colecciones líquidas. ¿Vale la pena correr ese riesgo?
Se puede argumentar que, con una técnica depurada, tras la intervención no hay ningún sangrado proveniente de los capilares. Esto habría que demostrarlo, siempre hay un sangrado residual inevitable. Por otra parte, suena muy pretencioso afirmar que la técnica que se usa es mucho más perfeccionada que la de otros cirujanos con gran experiencia que emplean drenajes. La realidad es que la hemostasia se hace con bisturí eléctrico que coagula los vasos por cauterización. Cauterizar la totalidad de la superficie que rodea el implante sería un exceso de daño térmico en los tejidos que quedarían carbonizados.
También se argumenta que un drenaje pone en comunicación el interior del organismo con el exterior y constituye una posible puerta de entrada para la infección. En primer lugar, el drenaje es un circuito cerrado estéril y esto podría ser cierto solo si el drenaje se mantuviera varios días. Nosotros siempre retiramos los drenajes una vez que han cumplido su misión a las pocas horas tras la intervención.
Otro argumento es el dolor que produce la retirada de los drenajes. A mis pacientes les digo que hay “manitas y manitas”. Si en un drenaje aspirativo se quita la succión antes de extraerlo, el daño es mínimo. Pero “cada maestrillo tiene su librillo”.
Conclusiones
Me llamó la atención en un congreso reciente la presentación que hizo uno de los cirujanos que tiene acreditado realizar el mayor número de intervenciones de aumento mamario en España. En una de las primeras pantallas puso una diapositiva que decía textualmente:
El mejor amigo del hombre es el perro.
El mejor amigo del cirujano es el drenaje.
Para nosotros, la seguridad del paciente está por encima de la moda o del marketing. Si hay una forma de minimizar riesgos desde el primer día, ¿por qué no usarla?
Como hemos explicado hay argumentos para todos los gustos, pero no puedo dejar de considerar que el anuncio de aumento de pecho sin drenajes tiene un componente de marketing.