Cicatrices en cirugía mamaria: Cómo son y cómo cuidarlas

«Te contamos cómo son las cicatrices en cirugía mamaria y cómo cuidarlas»
_____

En el momento de plantear una cirugía mamaria, uno de los aspectos que más suele preocupar a las pacientes es cómo quedará la cicatriz, si será muy grande o muy visible, y si será posible disimularla. Es una duda que siempre nos plantean las pacientes, tanto en aumento de pecho, como en reducción mamaria, mastopexia y otras cirugías mamarias.

Al respecto, el tamaño y la visibilidad de la cicatriz en una cirugía mamaria depende del tipo de intervención, de la técnica empleada, de la experiencia y pericia del cirujano plástico y de los cuidados posteriores de la cicatriz. En todos estos aspectos podemos incidir para lograr un resultado satisfactorio.

Igualmente, existen otros aspectos que pueden influir en el tamaño y visibilidad de una cicatriz, pero que se escapan a nuestro control. Son factores como la propia calidad de cicatrización de cada paciente con tendencia a crear cicatrices más gruesas o finas, algunos hábitos de vida y de nutrición.

En el artículo de voy vamos a repasar los tipos de cicatrices según la cirugía realizada, así como su evolución y los cuidados posteriores que podemos llevar a cabo para mejorar su aspecto. Como siempre venimos haciendo, desde la perspectiva muy personal de nuestra experiencia a lo largo de todos estos años.

Tipos de cicatrices en cirugía mamaria

Como comentábamos antes, los tipos de cicatrices en cirugía mamaria dependen del tipo de intervención y de la técnica empleada.

La cicatriz en el aumento de pecho con prótesis

La cicatriz del aumento de pecho con prótesis mamaria depende de la incisión que se realice para la colocación del implante. En este sentido, existen tres tipos de vía de abordaje: periareolar, submamaria y axilar.

Hablaremos de las dos primeras, ya que nosotros no utilizamos la vía axilar porque no la consideramos conveniente al ser un tipo de abordaje más dificultoso y que además deja una cicatriz que puede ser visible con ropa de verano.

  • Cicatriz periareolar. Esta cicatriz discurre por el contorno inferior de la areola. Su realización minuciosa en el contorno areolar hace que con el cambio de coloración la cicatriz sea casi imperceptible.
  • Cicatriz submamaria. En este caso, la cicatriz discurre por el surco submamario, y queda disimulada en el pliegue natural del pecho.

En aquellas pacientes que no tienen un surco submamario muy definido solemos preferir la vía periareolar. En nuestra dilatada experiencia con este tipo de incisión no hemos visto ninguna interferencia con la capacidad posterior de lactancia ni diferencias significativas en la sensibilidad una vez transcurridos unos meses.

Usamos el abordaje a través del surco submamario en los casos en los que la cicatriz quedará poco expuesta en el pliegue natural del pecho.

La cicatriz en el aumento de pecho con prótesis: periareolar y submamaria

La cicatriz en el aumento de pecho con grasa propia

Para los casos de lipofilling mamario, el tipo de cicatrices resultantes son puntiformes ya que el relleno graso se efectúa por punción con una fina cánula y no requiere puntos de sutura. Lo mismo ocurre en la zona donante usada para la extracción de la grasa propia (normalmente muslos y abdomen).

La cicatriz en la reducción de pecho

La cirugía de reducción mamaria deja tres cicatrices (T invertida):

  • una cicatriz que contornea la areola
  • una cicatriz vertical que discurre desde el polo inferior de la areola hasta el surco submamario
  • una cicatriz curvada que discurre por el surco submamario. Esta última puede tener mayor o menor longitud dependiendo de la dimensión original de la mama

Aunque estas cicatrices son mayores que en el caso de una cirugía de aumento mamario, es posible reducirlas y hacerlas menos visibles con un adecuado diseño preoperatorio.

Nosotros damos gran importancia a este aspecto y nos gusta planificar las incisiones en nuestra consulta previamente a la cirugía.  Se trata de procurar que las cicatrices queden ocultas por la ropa interior o bikini y especialmente que no invadan el canalillo para no limitar a la paciente en el uso del tipo de escote que prefiera.

La cicatriz en la reducción de pecho (cicatriz en T-invertida)

La cicatriz en la mastopexia

La cicatriz resultante de una operación de elevación de pecho dependerá de la técnica empleada. Y la elección de la técnica indicada dependerá del grado de descendimiento de la mama y de la cantidad de piel a eliminar.

En este caso, podemos encontrarnos con tres posibles tipos de cicatrices:

  • Cicatriz periareolar. Esta cicatriz que rodea el contorno completo de la areola es la resultante en la llamada mastopexia periareolar, en la que la eliminación del exceso de piel y elevación del complejo areola-pezón (CAP) se hace mediante la escisión de un “donut” de piel alrededor del mismo. Esta técnica está indicada solamente en casos de descenso moderado de la mama.
  • Cicatriz periareolar + vertical. Cuando la necesaria elevación del CAP es de mayor magnitud, se requiere una mastopexia vertical. Esta técnica origina 2 cicatrices: una periareolar más otra vertical que parte de la parte más inferior de la areola hasta la vecindad del surco submamario. Esta técnica está indicada para casos de caída intermedia de la mama.
  • Cicatriz periareolar + vertical + horizontal (T invertida). En los casos más severos, cuando la caída del pecho es más acentuada, el CAP debe desplazarse hacia arriba significativamente con lo que la cicatriz vertical tendría una longitud excesiva. En estos casos es necesario recurrir a la realización de una mastopexia en T invertida para eliminar el exceso de piel en el polo inferior de la mama. Este tipo de técnica origina tres cicatrices como en el caso de la reducción mamaria: una periareolar, otra vertical y otra horizontal.

La cicatriz en la corrección de la mama tuberosa

La cirugía de la mama tuberosa puede dejar distintos tipos de cicatrices, en función del procedimiento quirúrgico que deba realizarse. Estas cicatrices pueden ser en los casos más leves similares a la de un aumento por vía periareolar, es decir, sólo en la mitad inferior de la areola.

Los casos en los que la dimensión de las areolas es excesiva requieren de una reducción del diámetro areolar y por ello la cicatriz periareolar es completa.

Para evitar el ensanchamiento de la cicatriz en el período postoperatorio se utiliza una técnica de sujeción interna mediante una sutura circular no absorbible bajo la piel (técnica de round-block) que hace un efecto de contención de la tensión sobre la cicatriz en formación, evitando el ensanchamiento secundario.

La cicatriz en la corrección de la ginecomastia en hombres

Cuando se trate de corregir el desarrollo mamario excesivo en hombres, conocido como ginecomastia, las cicatrices resultantes podrán variar según la técnica empleada:

  • Cicatriz axilar. Para los casos de pseudoginecomastias que se puedan resolver con una liposucción, las cicatrices resultantes serán prácticamente imperceptibles, y se reducen a dos pequeños orificios en la zona axilar por donde realizamos la liposucción.
  • Cicatriz periareolar. Para los casos de ginecomastia verdadera, la cicatriz resultante es similar a la utilizada en los aumentos mamarios y discurre por la zona periareloar y quedando disimulada por el cambio de coloración de la piel.

Hay tipos de ginecomastia más severa, en los que es necesario eliminar parte de piel y requieren incisiones adicionales que ocasionan cicatrices más visibles.

Cómo podemos mejorar las cicatrices tras una cirugía mamaria

La cicatriz de una cirugía suele seguir una evolución similar en todos los pacientes, es el llamado proceso de maduración de la cicatriz. Comienza siendo más rosada al principio debido a que en la fase de reparación se requiere mayor aporte sanguíneo.  En los meses siguientes, conforme el colágeno cicatricial va organizándose el aporte sanguíneo se reduce y por ello la cicatriz va perdiendo el aspecto rojizo, blanqueándose.

En esta fase de la evolución pueden influir algunos factores que van a determinar el resultado final de esta cicatriz. Sobre algunos de estos aspectos podemos influir, pero sobre otros no.

Hay un adagio que dice que “el cirujano pone la sutura y el paciente pone la cicatriz” y hay bastante de verdad en ello.

Durante el proceso de cicatrización se sintetiza nuevo colágeno, que es el que va a formar la cicatriz. Esta síntesis de nuevo colágeno puede ser diferente en cada paciente dependiendo de sus propias características, estilo de vida, hábitos, alimentación, etc. Esto afecta a la calidad de la cicatriz.

Nosotros solemos incidir sobre las técnicas y cuidados que nos permiten conseguir cicatrices más disimuladas:

Diseño preoperatorio

Un buen diseño preoperatorio va a permitirnos diseñar, siempre que sea posible, cicatrices alojadas en zonas más ocultas o en pliegues naturales de la piel con lo que resultarán más disimuladas y menos visibles.

Este aspecto es especialmente importante en el caso de cirugías que requieran incisiones de mayor longitud como el caso de la reducción mamaria o las mastopexias en T invertida. Para estos casos previamente a la cirugía (habitualmente la misma mañana de la intervención) citamos a las pacientes en nuestra consulta para hacer una planificación minuciosa de las incisiones. Preferimos hacerlo en la comodidad, privacidad y tranquilidad de la consulta ya que el proceso de diseño puede oscilar entre media hora y cuarenta cinco minutos.

Dominio de la técnica

La experiencia del cirujano y el dominio de la técnica son esenciales para conseguir cicatrices más finas y disimuladas, sobre todo en las cirugías más complejas.

Técnicas de sutura

Algunas cicatrices pueden ensancharse secundariamente si hay tensión entre los bordes de la herida. La forma de limitar este grado de tensión es el uso de técnicas de sutura subcutánea con hilos muy finos y en cantidad suficiente para repartir la tensión y evitar ese efecto indeseado de estiramiento en la fase de maduración cicatricial.

El tipo de hilo de sutura empleado es reabsorbible a largo plazo para que mantenga la sujeción el mayor tiempo posible. Preferimos las suturas monofilamento ya que en el proceso de reabsorción originan menor reacción cicatricial y colágeno más fino.

Es imprescindible obtener un buen alineamiento de la piel entre los bordes de la cicatriz y por ello en ocasiones es necesario dar algunos puntos sobre la piel. En este caso se trata de retirarlos lo antes posible para que no originen marcas visibles.

Hay quien afirma que “la cicatriz es la firma del cirujano”, aunque es una forma peculiar de ver la cosa.

Cuidados de la cicatriz

Después de la intervención, es importante seguir una serie de pautas y consejos para el cuidado de las cicatrices. Insistimos mucho a las pacientes en este aspecto. El hábito de fumar está comprobado que perjudica el proceso de cicatrización por lo que se aconseja no fumar o, al menos, restringir el consumo de tabaco al mínimo.

Una vez obtenido el cierre de la piel solemos recomendar durante los tres o cuatro meses siguientes el uso de cinta oclusiva de silicona o poliuretano, que favorece el proceso de maduración del colágeno cicatricial, reduciendo la incidencia de cicatrices hipertróficas.

¿Necesitas información acerca de alguno de nuestros tratamientos de cirugía plástica y estética?

Solicita cita previa para valorar tu caso en consulta

ACERCA DEL AUTOR

Call Now Button
Doctor López Burbano
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.